Licor de Limón Barbudos

En el año 2018, tres amigos tomamos la decisión de dar a conocer los sabores de los licores de nuestra región. Para ello, creamos una cooperativa, considerando que esta era la mejor manera de organizar nuestro trabajo.

La Cooperativa Barbudos nace como un tributo a la rica herencia vinícola y destiladora de la comarca de Valdeorras, situada en los valles que surca el río Sil. Desde tiempos inmemoriales, esta región ha sido el hogar de viticultores y destiladores que han cultivado las tierras fértiles y aprovechado el clima privilegiado para producir vinos y aguardientes de renombre.

En el corazón de esta tierra de tradición vinícola, destacan dos variedades de uva que son verdaderas joyas enológicas: la godello, entre las uvas blancas, y la mencía, entre las tintas. Estas cepas autóctonas, cuidadosamente cultivadas en las laderas soleadas de los valles del Sil, ofrecen unas cualidades únicas que se reflejan en la excepcional calidad de los vinos y aguardientes de la región.

El aguardiente, conocido como orujo gallego, es el resultado de la destilación de los hollejos y semillas de las uvas utilizadas en la elaboración del vino. Este destilado ancestral es la base de los licores que elabora la Cooperativa Barbudos, cuya receta se ha transmitido de generación en generación, conservando así la autenticidad y el carácter tradicional de la región.

En Barbudos, cada paso del proceso de producción se realiza con el máximo cuidado y dedicación, desde la selección de las mejores uvas hasta la destilación y el envejecimiento de los licores. El resultado son bebidas de calidad excepcional, que capturan la esencia misma de la tierra y reflejan la pasión y el orgullo de quienes las elaboran.

Más que una simple cooperativa, Barbudos es un símbolo de la identidad y el patrimonio cultural de Valdeorras. A través de sus productos, la cooperativa rinde homenaje a la historia y la tradición de la región, compartiendo con el mundo entero el sabor único y la autenticidad de sus licores. Cada sorbo es un viaje sensorial que transporta al consumidor a los valles bañados por el río Sil, donde la tierra y el trabajo duro se fusionan para crear verdaderas obras maestras destiladas.

Desde el comienzo utilizamos recetas que formaban parte de la tradición de esta región, bien pertenecientes a nuestras familias o bien de otras gentes del lugar. A ellas les unimos alguna que otra receta de propia invención. Ajustándolas todas a lo que nos marca la ley, conseguimos mostrar al público los siete tipos de licor que hoy tenemos en el mercado. Licor Café y Licor de Hierbas, los dos clásicos licores gallegos y, en nuestra opinión, los de un sabor más logrado de los siete. Los tres licores de frutas, de una menor graduación que el resto, elaborados a base de cáscara y del propio zumo de las frutas. Y los más... curiosos, el Licor Café Descafeinado y el Licor Café Picante, este último, por lo que sabemos, único en el mercado.

Durante nuestros inicios compaginamos la elaboración de estos productos con su servicio en un bar, del mismo nombre que la Cooperativa, famoso en la comarca por, entre otras cosas, ese Licor Café. Y sin haber cumplido los dos años de edad, llegó la pandemia. Sobrevivimos cómo muchos otros, cómo pudimos. Primero a través de la venta online y del mercado de proximidad en nuestra localidad, más tarde, a través de ferias, mercadillos y tiendas en las que priman los productos tradicionales, hechas con productos lo más naturales posible, sin aromas artificiales.

Actualmente continuamos trabajando de la misma manera, intentando avanzar a través de grupos de productores de nuestra región que favorezcan el trabajo artesanal y de distribuidores y empresas que apuesten por las cosas hechas con esmero buscando sabores auténticos.